Hace unas semanas me llegó un email de una gine que me sigue por Instagram y que quería compartir conmigo el nuevo protocolo de la SEGO (Sociedad Española de Ginecología y Obstetricia) sobre Muerte Perinatal.
El hecho de que se haya publicado una nueva guía de asistencia en la muerte perinatal indica que está habiendo avances, progreso y preocupación en torno a este tema
Ojalá no fuera noticia, ojalá no fuera un tema a tratar, porque eso significaría que no hay muertes gestacionales ni perinatales, pero por desgracia son una realidad, y es primordial que se aborde desde el sistema sanitario.
La guía es muy completa y toca muchos temas. Está redactada en un lenguaje bastante comprensible (aunque evidentemente hay tecnicismos). Recurrentemente se hace alusión al bienestar psicológico de los padres/madres:
“La muerte fetal sigue siendo tabú a nivel social. Esto significa que, aunque hay un número elevado de muertes fetales en el segundo y tercer trimestre, los progenitores no están preparados para este suceso, haciendo que sea muy difícil asumir la muerte de un hijo durante el embarazo. Por ello es imprescindible una mayor apertura a un espacio de diálogo, con calma, sosiego, acompañamiento, empatía y compasión.”
“Una vez decidido el inicio de la inducción, se elegirá una habitación donde se pueda mantener la intimidad de la gestante y su pareja, donde se permita el acompañamiento familiar y sea posible el proceso de inducción y el control del dolor.”
“El impacto psicológico de la vivencia de la muerte perinatal es tan importante, profundo e inmenso en los padres y las familias que es imprescindible que el personal sanitario conozca cómo apoyarlos y acompañarlos de una forma adecuada durante todo el proceso.”
Y estos son solo algunos ejemplos de todos los que hay en la guía que quería destacar aquí.
Os voy a dejar aquí el link directo para que os descarguéis la guía por si queréis echarle un vistazo, aunque grosso modo los cambios más importantes con respecto a las anteriores ediciones son el hincapié en la atención psicológica a los padres/madres antes, durante y después del proceso y establecer un vínculo cercano, empático y respetuoso hacia las familias.